Hoy como psicólogos queremos hablar de un tema que trae mucha cola, las relaciones amorosas. Con la terapia de Pareja de Punt de Partida Sant Cugat ayudamos a conseguir relaciones de pareja sanas y felices.
Las canciones de amor y las películas románticas nos muestran un concepto erróneo de lo que es una relación sentimental. Darlo todo por el otro, dejar en un segundo plano nuestras metas para poner a nuestra pareja por delante e, incluso, llegar a pensar que nuestra vida sin el otro no sería nada.
Esas ideas distan mucho de lo que es una relación sana, ya que se basan en la dependencia, los celos y la posesión. Todo lo contrario a lo que en realidad debe ser. Por ello, en este artículo queremos compartir las características del amor sano y cómo tener una relación de pareja sana.
Sabemos que cada relación es un mundo, pero queremos ofrecerte algunas pautas y consejos para que si tu relación está pasando por un bache o notas que no está siendo una relación feliz y satisfactoria, puedas ponerle remedio. Te recordamos que no todos los consejos se aplican a las parejas y también cabe la posibilidad de que algunas relaciones de pareja no funcionen ni lo vayan a hacer nunca. Antes de arrancar queremos compartir con vosotros una de las mejores metáforas sobre el amor de pareja que hemos leído, el amor es como el fuego de una chimenea: si no lo alimentas periódicamente, se termina apagando y te quedas solamente con las cenizas.
Bases de una relación sana
Sentar unas buenas bases en cualquier relación, y en especial las de pareja, te llevará a poder conseguir una relación estable, sana y feliz.
Si preguntáramos a todas las parejas que conocemos, seguramente podríamos afirmar con seguridad que ninguna de ellas es totalmente perfecta (repetimos, ¡el amor como el de las películas no existe!). Sabido es que todas las parejas tienen roces, discusiones o desacuerdos, y que no por ello su continuidad se ve necesariamente amenazada, son problemas del día a día, igual que podemos discutir con un amigo o nuestros padres.
El problema empieza a existir cuando las diferencias entre los dos individuos que forman la pareja se empiezan a evidenciar demasiado y se crean grietas que, de no tratarse, pueden volverse irreparables y terminar en ruptura.
¿Cómo hacer que una relación de pareja se mantenga sana y estable?
Las relaciones sanas se apoyan en tres pilares imprescindibles: la confianza, el respeto y el compartir.
La confianza implica valorar al otro y respetar sus sentimientos, opiniones, amigos, actividades e intereses. Esto supone no ejercer ningún tipo de control sobre el otro miembro de la pareja. Es decir, no comprobar sus llamadas o mensajes, no mirar la última hora de conexión, no revisar sus redes sociales, no enfadarse o chantajearle para evitar que haga actividades por su cuenta, etc. En definitiva, confiar implica vivir libremente el uno con el otro, aceptando que la otra persona ha decidido estar con nosotros porque sí, porque quiere y porque le apetece. Esa persona es libre, no nos pertenece, ni nunca nos pertenecerá. Por lo tanto, es necesario que aceptemos que se quedará el tiempo que quiera quedarse. Las conductas de control, fruto de las creencias de posesión, solo conducirán a la desconfianza, a los conflictos, y al malestar emocional entre la pareja. En una relación sana, se confía en el otro y se le anima a que tenga amigos y actividades fuera de la relación.
El respeto supone aceptar todas las opiniones, creencias y sentimientos del otro, sin pretender cambiarlo. Intentar que mi pareja no sea quien es (justamente de la persona de la que te enamoraste), además de una incoherencia, supone un desgaste enorme de energía, ya que implica no aceptar a quien tienes delante, así como una fuente de conflictos constantes entre ambos. Por otra parte, respetar implica apoyo emocional, reconocer y legitimar los puntos de vista y los sentimientos del otro, utilizando una comunicación abierta y honesta, haciendo que el otro se sienta seguro a la hora de expresar lo que siente, sin miedos ni tabúes. En definitiva, una relación sana es aquella en la que los dos os podéis sentir libres para expresar aquello que necesitáis, sin temor a ser juzgados por el otro.
Por último, pero no por eso menos importante, la importancia de compartir. Más allá de pasar tiempo juntos y realizar actividades que os gusten a los dos, y compartir una intimidad sexual, también debéis compartir el poder y el control de la relación. Es decir, que ambas partes sean iguales, pudiendo tomar decisiones importantes para la pareja de igual manera, respetando y valorando la postura del otro.
Trabajar y fomentar estos tres pilares, promueve el equilibrio en la pareja, esencial para tener una relación sana, que supone un intercambio entre el dar y el tomar. Cuando se respetan y se siguen estos tres pilares, se consigue un equilibrio genuino en la pareja y la pareja puede vivir su historia de amor con libertad y bienestar emocional.
Consejos para tener una relación sana:
Quizás creamos que en nuestra relación todo va bien. Pero, ¿y si pudiera ir mejor? ¿Hay alguna manera de que pueda reforzar los lazos de mi relación de pareja? Ya sea porque acabas de pasar un mal momento, porque temes que la relación se deteriore o, simplemente, porque quieres darle un poco más de chicha a vuestra relación, aquí te dejamos unos consejos para que puedas afianzar lazos y conseguir que tu relación sea (más) sana.
1. Establecer unos límites
Establecer límites no es una tarea nada sencilla. Entre otras cosas, muchas veces ni siquiera somos plenamente conscientes de qué son los límites o dónde establecerlos. Sin embargo, son fundamentales para una relación sana, sea de la naturaleza que sea.
Muchas personas, por ejemplo, confunden poner límites con expresar sin tapujos lo que opinan o quieren sin tener en cuenta a la otra persona ni sus circunstancias. Otros, por otra parte, utilizan sus propios problemas para obligar a los demás a adaptarse a ellos. En cualquier caso, esto no es poner límites ni te ayuda a tener una relación sana y feliz.
Por el contrario, poner límites significa hacer saber a la otra persona que existen necesidades, deseos y preferencias personales diferentes a la suyas y que, no obstante, la relación puede ser muy buena si nos respetamos en nuestras particularidades.
2. Conoce a tu pareja
Otro de los consejos para tener una relación sana y feliz es conocer a tu pareja, para así poder entenderla a la perfección. Saber cómo es su carácter, cuáles son sus inquietudes, sus metas, sus sueños, sus aspiraciones, sus miedos, … Saber qué le gusta y que no. Cómo ha sido su infancia, qué relación tiene con sus familiares y amigos. Cómo suele reaccionar ante los problemas. Cuánto más se conozca una pareja mejor será la comunicación y la relación en general.
3. Espacio común y espacio propio
En una relación deben existir dos espacios diferenciados: un espacio personal para cada uno de los miembros de la pareja, para hacer lo que nos gusta o estar con otras personas como amigos o familiares. No es necesario hacer todas las cosas juntos, hay vida más allá de la pareja. Y luego debe haber un espacio común en el que se desarrollen como pareja, pasando tiempo juntos, realizando aficiones comunes y todo lo que conlleva el día a día y la vida de la pareja como tal.
Son muchas las parejas que tienen dificultades a la hora de compartir tiempo con el otro. Sus quejas muchas veces van orientadas a la falta de actividades de ocio en común o intereses iguales, pero a pesar de ello debemos valorar la importancia que tiene tener tanto un espacio individual, como otro compartido.
Es evidente que una relación pasa por distintas fases donde, por norma general, el deseo inicial es disponer y compartir el mayor tiempo posible juntos. Con el paso del tiempo esta necesidad parece ser menor, hecho que es percibido por muchos como que la relación de pareja va en decadencia, pero esto no tiene por qué ser del todo cierto.
Disponer de un espacio propio en una relación de pareja cuenta con muchos beneficios. En primer lugar enriquece a la pareja en sí, pues el dedicar tiempo para ti, para tus propias amistades, tus hobbies o actividades de interés propio, demuestra que estás cuidando a tu persona y que te preocupa no solo el bienestar o la felicidad común. Además te permite no olvidarte de ti y a su vez facilita el no vivir volcado en el otro, o los intereses de este, de manera permanente. Centrarnos en nosotros mismos también es importante, aunque estés en una relación.
Cuando alguno de los miembros no dispone de un mundo rico a nivel individual, tenderá a depender del otro, de sus amistades y sus circunstancias. Esto en un primer momento puede no tener consecuencias negativas, pero a largo plazo esa necesidad de ser partícipe del área del otro, pues carecemos de una propia, puede terminar generando una dependencia de carácter patológico.
4. Buena comunicación
Sin ningún tipo de dudas, este es uno de los consejos que más os recomendamos seguir. La comunicación entre la pareja es un punto muy importante y necesario para tener una relación sana y duradera. En este sentido, cabe destacar que la comunicación va más allá de si se habla o no se habla, o de cuanto se habla. Tiene más que ver con lo que se dice y cómo se dice.
Muchos de los errores que se suelen cometer en la comunicación de pareja tienen que ver con no saber expresarse de manera adecuada, por las faltas de respeto hacia uno mismo o hacia la otra persona. Entre los diferentes errores podemos encontrar:
- Imponer nuestro criterio creyendo que nuestro punto de vista es mejor que el de nuestra pareja.
- Expresar defectos y quejas de la pareja con frecuencia, en ocasiones de forma repetida.
- Querer que la otra persona sea como deseamos.
- Mostrar poco interés por los puntos de vista o creencias de nuestra pareja.
- No permitir que nuestra pareja se exprese libremente.
- Manipular al otro para lograr lo que queremos.
- Dar la razón aunque no estemos de acuerdo.
El resultado de pautas erróneas de comunicación de pareja puede debilitar la relación, hasta el punto de llegar a la ruptura. Por eso es importante que prestemos atención a la forma y el modo que tenemos de comunicarnos con nuestro compañero de viaje.
Para comunicarse correctamente con la pareja, es importante ser asertivos, es importante buscar el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Practicar la asertividad nos ayudará a expresar nuestras necesidades en la relación de pareja, así como entender las de nuestro compañero. Ser asertivos nutrirá nuestra relación permitiéndonos expresar nuestro punto de vista y mejorando nuestra comunicación de pareja.
5. Celos
Uno de los problemas más frecuentes en las parejas de hoy día, y que por supuesto, pueden debilitar la relación hasta el punto de llegar a la ruptura. Los celos son, precisamente, ese componente que intoxica a cualquier relación. Nos hacen perder espacios y, al final, la relación pasa del amor a la dominación. En la posesión y la obsesión, nadie puede existir o ser quien realmente es. Hay que mantenerlos a raya. Los celos rompen las relaciones, nos hacen sentir mal a nosotros y a nuestra pareja. Si tienes problemas de celos te recomendamos que acudas a un psicólogo porque se pueden tratar y tienen solución. Suelen ser producto de inseguridades y/o baja autoestima.
6. Cultiva tu relación
Igual que todo en esta vida, las relaciones deben cuidarse día tras día, si no pueden marchitarse al igual que una orquídea cuando no se cuida día tras día. Las relaciones requieren tiempo y dedicación y un poco de ingenio cuando se vuelven monótonas. Sal de la rutina con ideas nuevas, haced una excursión de fin de semana, un picnic en la playa ¡o incluso os podéis tirar en paracaídas los dos juntos! No hay límites en el momento de innovar en las citas con nuestra pareja, podéis hacer mil cosas nuevas para salir de la tan temida rutina. Tampoco no puedes olvidarte de hacer sentir bien a tu pareja, demostrarle amor y afecto, escucharle y apoyarle en todas sus decisiones. Esto deben hacerlo los dos miembros de la pareja, los dos debéis dar y recibir, si no puede ser que la relación se acabe de desgastar y deje de funcionar.
7. Pide perdón y perdona
No somos perfectos y cometemos errores. Pedir perdón no es fácil pero sí necesario. Al igual que saber perdonar. Aprender a perdonar es imprescindible para mantener el bienestar en una pareja. Ser capaz de perdonar y dejar atrás las heridas del pasado es una herramienta fundamental para que una relación de pareja sea sana.
Si te aferras a heridas pasadas, decepciones, desilusiones, traiciones, enfados… Estarás perdiendo tu tiempo y también tu energía. Es importante que prestes atención al daño percibido pero después, evalúa cómo crecer de esa situación en lugar de sentir odio y amargura. Si no perdonas, te desgastas y esto no es bueno ni para ti ni para tu relación de pareja.
8. Trabajo en equipo
No debemos perder de vista que una relación es cosa de dos y es uno de los grandes secretos de una pareja feliz. La pareja es un equipo, un equipo que ha decidido trabajar unido y con el mismo objetivo y que además lo han decidido libremente convencidos de su amor. Y en un equipo caben las diferencias, pero esas diferencias se resolverán sin grandes espectáculos. Estamos ante el secreto de una pareja feliz y no podemos desaprovecharlo.
Trabajar en equipo en la pareja es sacar lo mejor del otro, potenciar sus virtudes y sus cualidades y dejar que las utilice en beneficio de ese proyecto común que es la relación. Un trabajo en equipo donde no caben los celos ni los juegos de poder porque las dos fuerzas quieren y desean lo mismo.
¡Y hasta aquí nuestro post de hoy! Aunque, como decíamos antes, cada relación es un mundo y podríamos añadir algunos puntos más, desde nuestro punto de vista estos son los puntos clave para que una relación de pareja pueda funcionar a largo plazo y ser satisfactoria para ambos miembros de la pareja. Esperamos que te haya servido para poder fortalecer y trabajar en tu relación. Al fin y al cabo todos buscamos una relación sana y feliz y, con trabajo y esfuerzo, es posible conseguirlo. Porque no hay nada mejor que ser partícipe de una relación sana.