Consejos para elegir un buen psicólogo
Con este post queremos ayudaros con esa pregunta que estamos seguros de que más de una vez ha cruzado vuestra mente, ¿cómo puedo elegir un buen psicólogo? Después de tomar la decisión de iniciar una terapia psicológica, algo que no siempre es fácil, siempre llega el siguiente dilema: ¿a quién acudo? Sabemos que decantarse por un profesional u otro no es una tarea nada sencilla, pues la oferta es muy amplia y no siempre de calidad. Es por esto que queremos darte algunas claves para que te ayuden a elegir un buen profesional. ¡Toma nota!
En el momento de buscar el terapeuta adecuado hay muchos factores a tener en cuenta y algunos de ellos dependen del tipo de servicio concreto que estamos buscando. Aquí te dejamos ocho consejos muy útiles:
Asegúrate de que sea psicólogo o psicóloga
Sabemos que es un consejo un poco obvio, pero aunque no lo creas no todo el mundo que abre una consulta tiene un título oficial de psicología. Sí, esas cosas ocurren. De hecho, muchas personas se sorprenden al descubrir que pueden estar pagando sesiones a una persona que está aplicando tratamientos que no están reconocidos por ninguna universidad, o acudiendo a consulta con personas que no son realmente psicólogos. Comprueba que esté colegiado en el Colegio Oficial de su provincia. Si buscas en la web del colegio oficial de Psicólogos por su nombre y apellidos, aparecerá el número de colegiado de la persona. Esto te garantiza su formación. Es interesante también verificar los años de experiencia y que sea un profesional que se mantiene al tanto en los avances del sector.
Si consideras que una persona está realizando publicidad engañosa por no tener un título oficial, tienes el derecho a denunciarle. Si consideras que un profesional de la psicología ofrece terapias engañosas, tienes el derecho a denunciarle. Si consideras que la forma de trabajar de un psicólogo no es correcta por alguna razón, tienes el derecho a denunciarle. Normalmente, la denuncia se hará en el Colegio Oficial de Psicología de tu zona, y no tiene coste económico alguno. Existe una Comisión Deontológica que se encargará del caso y aplicará sanciones si fuera necesario. Si consideras que el psicólogo ha violado la ley, entonces tienes el derecho a denunciarle también ante la justicia ordinaria. Pero no dejes de hacerlo también ante el propio Colegio Oficial, eso permite a los Colegios saber qué están haciendo sus profesionales y tomar medidas al respecto, así te aseguraras de que nadie más se encontrará con un falso profesional.
Comprueba que tiene una especialización en lo que buscas
Una vez que has comprobado el número de colegiado, toca saber si tiene formación específica para ayudarnos con nuestro problema. Busca un psicólogo con experiencia en problemáticas similares, pues existen profesionales especialistas en determinados temas, por ejemplo en adicciones, en terapias familiares y de pareja, psicólogos para adolescentes, etc. Normalmente al realizar el primer contacto y comentar el motivo de consulta el profesional te informará de manera más específica sobre cómo podría enfocarse tu caso, el enfoque a seguir, la metodología de trabajo que usará y las sesiones aproximadas. De no estar familiarizado en problemáticas como la tuya o considerar que por algún motivo él no es la persona adecuada te lo debería comunicar y recomendarte otro profesional que se adapte mejor a lo que buscas.
Comprueba su experiencia
La experiencia del profesional es muy importante, pues cuanto más haya ejercido como psicólogo, mejor ayuda podrá ofrecer a tus problemas. Puedes saberla por el número de colegiado del que te hablábamos antes, cuanto más pequeño es el número, más años hace que la persona está colegiada. Otra forma de saber los años de experiencia, es indagar un poco en su CV y en su perfil de Linkedln. Por último: puedes pedir o buscar referencias de personas que hayan trabajado con dicho profesional, y no dudes en preguntar cualquier duda que tengas, tal y como harías con cualquier otro profesional antes de ponerte en sus manos: un médico, un entrenador, un peluquero, un profesor, etc.
Desde hace poco, en España, se exige a los psicólogos realizar un Máster de especialización de dos años de duración, una vez acabada la carrera. Este Máster tiene unas condiciones muy rigurosas y exigen prácticas en centros avalados. Se trata de una decisión muy acertada por parte de las autoridades de la salud porque, aunque no parezca cierto, el tratamiento de los trastornos psicológicos requiere de muchísimo entreno y práctica.
Para tener realmente éxito, el terapeuta de tu elección debe de haberse dedicado en cuerpo y alma al estudio de la Psicología: el tema de la psicología es muy amplio, ya que requiere tener una visión detallada de todos los problemas posibles y su tratamiento, conocimientos detallados de farmacología y mucha práctica para hacer lo que se conoce como diagnóstico diferencial, no confundir un problema con otro similar o parecido: lo cual podría tener consecuencias pésimas para el paciente. Como te decíamos antes, hoy en día, casi todos los psicólogos cuelgan en su página web todas sus titulaciones y credenciales. Por eso te recomendamos echar un vistazo a ese expediente para ayudar a decidirse; aunque la estrategia de la llamada telefónica para las preguntas que hemos detallado seguirá siendo fundamental. Así que si no lo ves claro, llama para informarte del profesional de tu interés.
Relación terapéutica
Otro de los consejos que te recomendamos para elegir un buen psicólogo es la relación terapéutica, o dicho de otra manera, la relación que se establece entre el psicólogo y tú. A dicha relación se le llama relación terapéutica, y debe ser una relación entre profesional y paciente, no puede ser ni una relación de amistad, ni demasiado cercana, pero tiene que hacerte sentir con la suficiente confianza para que seas capaz de explicar sin recelos lo que te sucede. Un psicólogo debe tener empatía, y debe ser capaz de ponerse en tu lugar y entender realmente lo que sientes y lo que piensas. Debe desprender esa sensación de ¡por fin alguien entiende lo que me pasa! Si tu psicólogo no te hace sentir así, puede ser un hándicap para el tratamiento. Una buena forma de asegurar una relación terapéutica ideal con un psicólogo es que encuentres a un profesional especializado en tu problema o con un abordaje ideal para este. Eso hará que disminuyas tu temor y ansiedad ante lo desconocido y que aumentes tus probabilidades de asegurar un buen resultado de esas sesiones.
Siéntete cómodo/a
Como comentábamos en el punto 4, debes sentirte a gusto y cómo en la consulta. El trabajo de un psicólogo no es juzgarte ni realizar juicios personales sobre el tema a consultar, no es bueno si no te sientes a gusto y juzgado. El profesional que te atienda debe mantener la profesionalidad, el respeto y las buenas formas. Es importante que sientas que el terapeuta te inspire confianza, y que te encuentres cómodo durante las sesiones. A veces, por muchas razones que no necesariamente tienen que ver con lo bueno o malo que es el profesional o la terapia que realiza, uno no se siente a gusto con ese profesional. Si ese es el caso, busca a otro. No tengas problema en cambiar de psicólogo, es algo más habitual de lo que piensas, pero asegúrate de que cumple los requisitos que te hemos planteado más arriba.
Asegúrate de que la confidencialidad está garantizada
Nunca está de más recordar que durante las sesiones la confidencialidad de todo lo que digas o hagas debe estar garantizada. Es muy importante que consolides el tema de la confidencialidad con tu psicólogo, desde tus datos personales hasta todo lo que trabajéis en el consultorio. Todo lo que compartas en terapia debe quedar en la oficina y no salir de esas paredes, a menos que necesiten apoyo para un abordaje o tenga que recomendarte a otro especialista, pero esta situación es bastante inusual. De presentarse este caso, el psicólogo está en la obligación de informarte. Como norma general, tus datos personales no pueden ser difundidos por ningún profesional de la psicología ni por ninguna empresa constituida por psicólogos. Si se viola esta confidencialidad de alguna manera, ese hecho puede ser motivo de denuncia.
Comprueba si en las primeras sesiones hay una evaluación, un diagnóstico y una propuesta de tratamiento
Las terapias comienzan con una evaluación del problema. Esta evaluación no debería llevar más de tres sesiones salvo excepciones, jamás debe superar las 5 sesiones, y eso debe estar absolutamente justificado. Pide explicaciones a tu terapeuta de por qué todavía no tienes una evaluación de tu problema. Una vez realizada la evaluación, el psicólogo debe darte un diagnóstico del problema, que no necesariamente será el nombre de un trastorno, recuerda que un trastorno es un conjunto de síntomas. Cuando una persona tiene ciertos síntomas se le da tal nombre, pero eso no nos da información de las causas que provocaron el problema y los factores que hacen que se mantenga a día de hoy. Por esta razón, muchas veces más que un nombre, el psicólogo te dará un diagnóstico del problema. Una vez tiene el diagnóstico, vendrá la propuesta de tratamiento. Tienes derecho de saber qué tipo de terapia va a utilizar e incluso a pedirle otras opciones de tratamiento, recuerda que el que tiene la última palabra eres tú. Asegúrate de que tiene formación en esas opciones, por ejemplo un psicólogo con un Máster en Psicoanálisis probablemente no tendrá la formación ni la experiencia para hacer Terapia de Aceptación y Compromiso. Si no se cumple este procedimiento, pide explicaciones a tu terapeuta.
A raíz de este punto seguro que os surge la pregunta de ¿cómo sé que el tratamiento que me ofrece es el adecuado?
Lo primero que debes tener en cuenta es la duración y la frecuencia de las sesiones. Lo más habitual es que sean sesiones de aproximadamente una hora de duración y una vez a la semana. No hay suficientes estudios que demuestren que aumentar el número de sesiones semanales aumente la eficacia del tratamiento, es decir, que no hay evidencia de que aumentando el número de sesiones por semana se acorte el tiempo de tratamiento. En cambio, hacerlas una vez a la semana, te da la posibilidad de poner en práctica lo que se habla en la consulta y de realizar las tareas que prescribe el psicólogo. Te recomendamos que tengas presente que todo lo que se trabaja en terapia se debe aplicar a la vida, por lo tanto, el trabajo también está fuera de la consulta, y esto es un aspecto muy importante que se debe de tener en cuenta.
Por último, pero no por ello menos importante, es la duración del tratamiento. Esto dependerá mucho del trastorno y del paciente. Hay muchos estudios, incluso hay programas de tratamiento muy estructurados, con el número de sesiones y lo que se debe hacer en cada una de las situaciones. De toda esta información, podemos deducir que los tratamientos suelen durar una media de 20 sesiones, a veces pueden ser necesarias más sesiones, a veces pueden ser necesarias menos. Pero no debemos olvidar que cada individuo avanza a un ritmo diferente y además podemos encontrarnos con casos diagnosticados de dos trastornos distintos, lo que dificulta mucho más el proceso terapéutico. Como hemos dicho antes, cada cliente es un mundo y es muy complicado dar información concreta sobre este tema.
¿Notas que te es útil ir a su consulta?
Por supuesto, es muy importante que tú mismo evalúes las sesiones terapéuticas. Es muy útil preguntarse a uno mismo si la terapia es de calidad y nos está funcionando.
Dicen que la primera impresión es muy importante y en el caso de la terapia psicológica esto es totalmente cierto. Puedes descubrir mucho en la primera sesión de terapia. En ella puedes ver el interés del psicólogo por tu caso, si sientes confianza y seguridad en el consultorio, si existe afinidad, si es responsable y, sobre todo, profesional. Además puedes evaluar si te juzga o si se involucra personalmente más de la cuenta.
Una terapia de calidad tiene que ayudarte a sentirte mejor, a tomar decisiones de una manera más rápida y saludable, a relacionarte mejor con los demás, a conocer tus emociones y cómo influyen en tu vida y a saber modularlas y gestionarlas.
Nadie mejor que tú para valorar si una terapia está funcionando y está siendo eficaz o no, nadie mejor que tú para saber si te sientes cómodo con el psicólogo que has elegido y si te da la confianza que necesitas para continuar las sesiones y poder poner fin a tus problemas. Valora tu mejoría, valora cómo te hace sentir y valora los cambios. ¿Son positivos? ¿Negativos? ¿Te sientes igual? Recuerda que un buen psicólogo te dará las herramientas para que seas tú quién pueda ser capaz de resolver las situaciones conflictivas, te ayudará a modificar esos pensamientos distorsionados o poco realistas, te enseñará a reconocer y modular tus emociones, favorecerá tu autonomía y te ayudará a hacer desaparecer las barreras que te impiden desarrollar tu potencial, te ayudará a buscar la mejor versión de ti mismo. Uno de los consejos que más repetimos es que nunca hay que olvidar que el terapeuta está allí para ayudarte a encontrar soluciones, para trabajar diversos aspectos, pero el trabajo duro lo realizarás tú. Si algún terapeuta te ofrece soluciones mágicas a tus problemas… desconfía.
Resumiendo…
En resumen, para garantizar la elección de un psicólogo perfecto para ti, es necesario que estés previamente informado sobre quién es y su trabajo, llevar en la mente (o anotadas) las dudas que quieres aclarar e ir con la mejor disposición posible. Con todos estos consejos en mente, ya deberías capaz de tomar una decisión bien informada a la hora de elegir un buen psicólogo. Ten en cuenta, sin embargo, que el listado que acabas de leer podría ser interminable y que hay infinitas cuestiones a considerar cuando se opta a seleccionar un profesional u otro, así que merece la pena que seas tú quien acabe juzgando lo que buscas y en qué medida te lo pueden ofrecer. Y sobre todo, ante la duda, recuerda siempre preguntar sobre las cosas que tengas dudas o indecisión. Tú has elegido libremente ir a un profesional y tienes el mismo derecho a dejar de ir. También tienes el derecho a tener a tu disposición toda la información sobre el profesional, la terapia y los procedimientos. Pregunta al psicólogo todo lo que necesites saber. ¡Esperamos haberte sido de mucha ayuda durante esta ardua tarea de buscar el mejor psicólogo!