El amor y la sexualidad son temas que preocupan nuestra existencia desde el comienzo de la humanidad. En terapia de pareja, como psicólogos, abordamos estos temas y también en la sexología. Muchas personas con dificultades en la sexualidad llegan a nuestra consulta en Sant Cugat sintiéndose avergonzadas o culpables por experimentar alguna dificultad en el área de la sexualidad.
“El amor tiende a la proximidad, al contacto más cercano posible teniendo cuidado de no destruir al otro. El contacto amoroso se establece a través de la vista, la palabra, la presencia etc. Pero el momento arquetípico del contacto es la entrega sexual.” (Perls y Co. 1951)
¿Que es el sexo?
El amor es el sentimiento que toda la vida buscamos como seres humanos, sentirnos amados, aceptados y tener nuestro sitio para poder pertenecer. Tal como Perls y sus colegas nos expresan la forma más profunda de conectar como adultos con un otro es a través de la sexualidad, donde nos fundimos en el otro y esto implica entregarnos. Pero no siempre la sexualidad o el sexo es un acto intimo y de entrega porque nos hace falta valentía dejarnos ver por el otro, desnudos, tanto físicamente como emocionalmente (mostrarnos tal cual somos, mostrar nuestra vulnerabilidad, encontrarnos en la ternura, en el amor o en la lujuria).
Dificultades en la sexualidad
En nuestras sesiones de terapia sobre la sexualidad, habitualmente se presenta una persona que se describe a si misma como siendo la “defectuosa” a nivel sexual en la pareja, pero en terapia entendemos que las dificultades sexuales entre los seres humanos emergen en el encuentro entre estos dos seres y las experiencias mutuas emergentes de este encuentro. En definitiva, las dificultades sexuales son relacionales, aunque solo uno de los dos miembros se sienta insatisfecho, inadecuando, incapaz de experimentar placer, confundido con respecto a su elección de pareja, o deprimido o ansioso en el transcurso de llegar a un acuerdo con su orientación sexual.
Los temas sexuales reflejan dificultades en permitir que la sensación y la excitación se produzcan, en estar abiertos a que crezca la tensión sexual, en el mantenimiento del contacto mientras la excitación sexual alcanza su máximo y en rendirse al orgasmo, así como en ser capaces de enlentecer y saborear el resplandor de la satisfacción.
En las dificultades sexuales podemos encontrar la raíz en las relaciones pasadas y presentes y también los valores y las normas, la clase social, la etnia, la religión ya que todo esto tiene influencia en el desarrollo de la identidad de género. Ya que ciertos valores y creencias religiosas o no, crean fuertes tabús sobre los temas sexuales.
Durante el proceso de terapia establecemos un espacio seguro en el que temas que en otros contextos puedan avergonzar se puedan plantear y donde el terapeuta ofrece flexibilidad y apoyo. A veces podemos proporcionar información sobre practicas sexuales o sugerir guías de educación sexual.
Los temas sexuales o el malestar sexual casi nunca esta aislado de otros temas u otros malestares de la vida, pero solo cuando hay suficiente confianza las personas están dispuestas a abordar asuntos sexuales en el contexto terapéutico.
Como conclusión nos gustaría recalcar que las dificultades sexuales son dificultades en el encuentro erótico de dos personas y una interrupción del contacto entre estas personas. Esto quiere decir que los obstáculos sexuales de una persona (problemas de erección, sequedad vaginal, eyaculación precoz, vaginismo, etc.) pueden manifestarse con una pareja determinada y estar ausentes con otra pareja. Esto no quiere decir que tenemos que cambiar de pareja, si no poder tomar consciencia sobre que pasa entre nosotros o entre las dos personas para que haya una interrupción del contacto erótico.